No nos cansaremos nunca de contaros que la naturaleza de Albanyà es única. ¡Y es que lo es! Os la describiremos tan bien como podamos para que podáis probarla. Pero, vaya, ya la sabéis: ¡este entorno único debe vivirse para entenderlo! La naturaleza de Albanyà...
- Nos seduce por sus bosques: los bosques de la Alta Garrotxa, tupidos e indómitos, son testimonios salvajes de la naturaleza más exuberante, la que tiene poca huella humana. No hay nada como un paseo entre árboles de esa fortaleza, vitalidad, verdor. Tocarlos y empaparse de paz es todo uno. ¡Una dosis de vida a cada paso!
- Nos enamora por sus montañas: terrenos irregulares, subidas y bajadas, rocas, caminos estrechos y anchos, obstáculos y pasos fáciles... Y aquella impagable sensación de llegar a una cima, a una cresta, y respirar. Respirar como nunca, a pulmón abierto, como si el alma alzara el vuelo más allá de nuestro cuerpo. ¡Las montañas, la vida misma!
- Nos encanta por sus ríos: el tintineo de los riachuelos y torrentes, tímidos algunos, agitados los demás, que caen de las montaña a nuestro alrededor, del rumor y sonidos de la Muga, como repiquetea entre las rocas en su curso inevitable, eterno. ¡Gozoso cantar que nos refresca el oído y el corazón!
- Nos embelesa por sus cielos: mirar al cielo nos llena el espíritu de alegría. De día, un cielo limpio como el nuestro nos hace saborear el aire que respiramos a cada bocanada. De noche, la poca contaminación lumínica de Albanyà nos lo hace ver como lo veían nuestro abuelos: sin luces, oscuro, lleno de estrellas que titilan como pequeños rescoldos de fuego en la lejanía. Nos sentimos como si viajásemos entre ellas, ¡convertidos en un inmortal polvo de estrellas!
- Nos cautiva por sus silencios: el denominador común de Albanyà y el Bassegoda Park. Un rumor perezoso de aire que pasa por entre las ramas más altas de los árboles más altos. Un instante de eternidad en el que todo parece pararse, el río deja de sonar y nos adentramos en lo más profundo de nuestra alma, en paz. ¡Tal es la paz de Albanyà!
Nos podemos haber puesto un poco poéticos, lo reconocemos, pero eso no quita que nuestra naturaleza disfrute de esa magia única. ¿Venís a descubrir la naturaleza de Albanyà?