Ir de camping es una de las mejores soluciones para las familias que planean unas vacaciones con los niños, sea la época del año que sea. Los padres saben que sus hijos se encuentran dentro de un espacio controlado y seguro donde, al mismo tiempo, pueden experimentar la sensación de libertad gracias a las actividades que realizan al aire libre, como nadar en la piscina o practicar diferentes deportes. Además, en el camping conocerán otros niños con los que se relacionarán e iniciarán una amistad que, en muchos casos, perdurará en el tiempo, sobre todo si siguen coincidiendo en período de vacaciones.
El Bassegoda Park, un camping familiar y parque de bungalows de 1ª categoría, es uno de los destinos preferidos para los padres que viajan con niños. Situado en Albanyà (Alt Empordà), en la provincia de Girona, es ideal para disfrutar de la naturaleza y de su entorno, ya que está en el Parque de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Alta Garrotxa, junto al río Muga.
Los más pequeños encontrarán en el Bassi Club diversión y entretenimiento durante las vacaciones escolares, de la mano de los monitores del camping, con trabajos manuales, dibujos, gimcanas, payasos, magos y todo tipo de deportes y diversiones. Además, durante los meses de verano el Bassegoda Park ofrece una completa programación de animación con disco-móviles, karaokes, fiestas temáticas, cantantes, humoristas y conciertos en directo, entre muchas otras sorpresas.
Su privilegiada situación, a sólo 25 km de Figueres y cerca de la Costa Brava, convierte el camping Bassegoda Park en la mejor alternativa para el turismo familiar: la oferta de sol y playa de la Costa Brava es inigualable y atrae multitud de turistas de todo el mundo, mientras que el Museo Dalí de Figueres es una cita ineludible para los amantes de la cultura, en general, y de la obra del genial pintor, en particular.
Pero si lo que buscan es disfrutar de la naturaleza y caminar por la montaña, que mejor que hacerlo por el sendero de Gran Recorrido GR11, que tiene un final y un principio de etapa en Albanyà. Este camino conecta el Alt Empordà y la Costa Brava con el mar Cantábrico, y ofrece rincones de gran belleza.