¡Hoy nos vamos de excursión! Pongámonos las botas y preparemos la mochila, ¡porque esta salida es de lo más bonita! Con el Bassegoda Park como punto de salida, nos iremos adentrando en el interior de la Alta Garrotxa hasta llegar a Pincaró, un núcleo de población de Albanyà en medio de los bosques y, por tanto, ¡un rincón de naturaleza y calma absolutas! Como se trata de subir hasta Coll de Pincaró y volver a bajar –es decir, una subida y una bajada–, os sugerimos que os toméis con calma esta excursión y, si vais con niños, vayáis parando las veces que haga falta para que la subida no sea pesada para los pequeños.
HOJA DE RUTA:
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Duración a pie: 4-5 horas si nos lo tomamos con calma. 3'5 horas si vamos rápido.
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Quilómetros: 14, aproximadamente (7 de ida y 7 de vuelta).
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Qué veremos: la Muga, mucho bosque, vistas desde Coll de Pincaró, el núcleo de Pincaró y la iglesia de Sant Bartomeu.
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Dificultad: media. El camino está bien indicado, pero tiene subidas y bajadas.
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- Salimos del Bassegoda Park en dirección a la Alta Garrotxa por la pista asfaltada. El primer tramo no tiene pérdida: sólo debemos seguir la pista, escuchando el rumor de la Muga, que tenemos a mano derecha, bastante más abajo que el camino. Llegaremos al primer desvío, en el que la pista sigue a la izquierda hasta la masía Can Ferrers, y a la derecha empieza un camino de tierra.
- Vamos a la derecha por el camino de tierra. Al cabo de unos metros, dejaremos a mano derecha la casa de La Molina y empezaremos la subida hasta Coll de Pincaró.
- ¡Hacia arriba! Seguiremos por el camino durante un rato, poco a poco, escuchando el rumor del torrente de Pincaró, afluente de la Muga. A media subida, se encuentra la casa en ruinas de El Mercader, que no se ve desde el camino. No os preocupéis por la subida y tomárosla con calma. ¡Respirad y escuchad los sonidos del bosque! Podéis hacer una parada y desayunar, si queréis.
- Empieza la bajada. No tardaremos mucho en empezar a bajar. De vez en cuando, podremos ver en algunas ocasiones las espectaculares vistas del valle donde se asientan las casas dispersadas de Pincaró. Cuando lleguemos al fondo del valle, podemos realizar una pequeña subida para admirar la iglesia de Sant Bartomeu de Pincaró, de pie desde el siglo XII.
- ¡Y ya podemos volver! Ya de vuelta, tomaremos el mismo camino por el que hemos venido, admirando los paisajes de nuevo desde otro punto de vista. ¡Y a disfrutarlo!