Parece que cuando llegan los meses más fríos del año, se acaban las opciones para disfrutar al aire libre y empezamos a sentir una nostalgia inmensa por el verano. Pues no, animaos que el otoño nos aporta muchas ventajas que ahora os explicaremos.
Un paisaje único. Los tonos verdes desaparecen para dejar paso a los rojos, los naranjas, los amarillos, e incluso, los marrones. Una variedad cromática que viste los paisajes del entorno privilegiado del Bassegoda Park.
Menos insectos. Las temperaturas más frías alejan los mosquitos, las moscas y otros insectos. Entran en un periodo de letargo temporal. Por lo tanto, si os queréis ahorrar las picaduras, el otoño es un buen momento.
Clima fresco, pero agradable. Desaparecen las temperaturas calurosas típicas del verano. Si tenéis suerte, en otoño, hay muchos días en que hace un tiempo agradable y soleado que permite actividades diurnas como el senderismo, el ciclismo o las rutas a caballo, entre otras.
Tiempo de cosechas y setas. Podréis disfrutar de la fruta de temporada acabada de cosechar, además también es la época de las setas, una actividad que os mantendrá entretenidos a toda la familia, durante horas.
Sin aglomeraciones. Como el tiempo otoñal suele variar mucho, los alojamientos no están tan llenos, y seguramente, podréis elegir más y disfrutar de los espacios, de las excursiones y en general, de cualquier actividad sin aglomeraciones.
Noches frescas y largas. En verano, el calor no nos deja dormir bien ni mucho, puesto que de buena mañana, las temperaturas se ensartan. En otoño, las mañanas y las noches son frescas, por lo tanto, hay que ir preparado, pero la experiencia vale la pena. No hay nada más reconfortante que despertarse después de un sueño reparador y admirar el paisaje.
Cómo veis, alojaros en un camping en otoño es posible y sólo hay que ir un poco preparado: ropa de abrigo (térmica e impermeable) y juegos de mesa por si algún día, llueve. Elegís vuestro alojamiento y disfrutáis, el camping Bassegoda Park os atenderá con mucho gusto.